Ya casi hace un mes, llevábamos más de un año esperando esta carrera, el día 1 de enero nos apuntamos, con toda la ilusión del mundo, dorsal 398 y 399, desde Sevilla, yo soy cántabro, pero no conocía el recorrido, sabíamos que era duro, pero lo habíamos pasado muy mal entrenando por el sur; polvo, piedras, baches y un calor extremo...pero no sabíamos lo que nos esperaba en el INFIERNO CÁNTABRO.
Salimos desde Sevilla con nuestra querida Ford Transit L (de 1982) cargados con nuestras "armas" para la carrera y todos los preparativos, ya que no podía haber olvidos.
El viaje fue largo pero muy bonito, disfrutando a tope y con las ganas de empezar ya este nuevo reto, más de 6.000 personas apuntadas, llegando a Santander ya se palpaba el ambientillo de carrera de toda la multitud, allí había más gente que en la guerra...
Recogimos el dorsal el día antes de la carrera, todo la organización muy bien hecha, dorsal con chip, regalos varios, algún gel, propaganda...pero lo mejor el maillot, ese maillot que hasta ahora es el que más sufrimiento nos ha costado...
Ese día nos acostamos muy pronto, a eso de las 9 de la noche, pero no podíamos dormir, como siempre, con los nervios de la carrera se hizo muy largo hasta que el reloj dio las 5 de la mañana y nos levantamos, desayunamos mucho, llevabamos toda la semana cuidando mucho el tema de la alimentación (macarrones, arroz con leche, macarrones, arroz con leche...)
Nos vestimos y salimos fuera, hacía frio y era completamente de noche, metimos las bicis que habíamos estado preparando el día anterior y fuimos hasta un pueblo muy bonito de Cantabria, Cabezón de la Sal, donde empezaba la carrera.
Eran las 6 de la mañana, la carrera empezaba a las 8, pero aquello estaba lleno de gente, menudo ambientazo ¡era incréible! permanecimos en el cajón de salida hasta las 8, hablando y haciendo amigos, pero sobretodo cogiendo consejos e ideas de como iba a ser la prueba, sólo nos habíamos puesto la camiseta térmica y el maillot de CICLOS MATEOS, y claro un chubasquero en la espalda guardado...
Arranco la carrera, super emocionante, con la música de ACDC y la gente gritando "pim pam , pim pam" al ritmo que explotaba la traca...
Las 11 horas siguientes fueron muy duras, mucho sufrimiento, sólo 997 personas de las más de 6000 consiguieron acabar, pecamos de valientes, el frío nos jugó una mala pasada, pero al final conseguimos acabar la carrera, que para no estar acostumbrados al frío y no conocer el camino, fue un auténtico éxito, hicimos muchos amigos durante el camino, pero lo más importante, nuestros familiares apoyándonos en diferentes puntos, y la gente de Cantabria, que en todo momento se volcaba en aquellas subidas del 25% y en aquellos puertos como el Moral o Fuentes, animando a muerte.
A las 7 de la tarde, después de todo el día lloviendo y gracias a la bici que no hubo ningún problema, conseguimos finalizar...la experiencia más dura hasta el momento, aún no sabemos si nos apuntaremos el año que viene...pero fue muy gratificante.
Dejo algunas fotos de la ruta:
